2011, año intenso en seguridad informática

2011 ha sido un año intenso en el tema de la seguridad informática. Los gusanos Stuxnet y Duqu alertaron a los gobiernos de los países por su objetivo identificado: instalaciones industriales. Los ataques informáticos privilegiaron a organizaciones con gran demanda de usuarios o redes sociales, como Sony, Nintendo, Google, Facebook, entre otros. El hacktivismo apareció en la red con un poder tal como lo muestran las operaciones de Anonymous.

Si bien los ataques vía spam han sido mitigados por los sistemas anti-spam, personales y corporativos, ahora prevalecen el phishing, scam, para el robo de identidad, tanto en sistemas PC como en dispositivos móviles. El uso popular de los dispositivos móviles y de las redes sociales han despertado el interés del malware, sin dejar de atender por supuesto a la PC, el chat o el correo electrónico. Sin embargo, también los fabricantes de algunos marcas de dispositivos móviles hicieron de las suyas: recopilaban los datos personales y de geolocalización sin autorización del usuario.

El malware seguirá haciendo de las suyas aprovechando la curiosidad innata del ser humano en torno a situaciones que traducidas en imágenes son buenas para llamar la atención del usuario y atraparlo para robar sus datos personales o convertir al equipo en ‘zombie’ de una botnet.

Las organizaciones comienzan a mirarse a sí mismas en cuanto a la seguridad informática de sus sistemas, aún más con el riesgo del uso de dispositivos móviles por parte de las personas, sean empleados o no, y que entrañan un riesgo de seguridad al ser utilizado dentro de las organizaciones.

Los gobiernos han comenzado a ofrecer trabajo a los hackers (quizás ya lo hacían antes pero no era tan abierto como ahora) para la defensa de sus sistemas e instalaciones, incluyendo aquellas de vital importancia para la población. ¿Le recuerda algo aquéllas actividades realizadas cuando pasamos al año 2000? Sin embargo, también es notable el interés de algunos gobiernos por querer limitar la libertad de expresión en Internet, causa tantas veces pronunciada por Anonymous y en las que se basa para determinar sus objetivos de ataque.

Parece cosa de ciencia ficción. Pero no lo es. La tecnología avanza a pasos agigantados. Y con ella el malware. A 10 años de lo acontecido al World Trade Center en Nueva York, la guerra ahora se torna cibernética. Un salto enorme, sin duda.

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