Se ha hecho costumbre ver en la calle caminar a las personas -principalmente empleados, profesionales o empleados-, portando su maletín para computadoras y en las manos su smartphone o tablet. Los más precavidos utilizan una mochila para aparentar que no llevan tales dispositivos.
Estas personas se exponen a riesgos que inciden también en tales dispositivos y en la información que contienen, sean datos personales o corporativos, como el robo o la pérdida del dispositivo.
La protección de los datos es importante -más que la del dispositivo físico- legal y económicamente. Imagine por un instante qué pasaría si sus datos, los de sus contactos o la información que trae en su dispositivo son accesibles por completo por esa persona que le robó o se ‘encontró’ su dispositivo o computadora. Los datos pueden ser usados contra usted o contra la empresa para la que trabaja si el dispositivo es propiedad de ésta.
Una manera de proteger la confidencialidad de los datos es mediante el cifrado de los mismos. El cifrado es un proceso que hace ilegible la información mediante algoritmos matemáticos con una llave conocida sólo por el usuario. El algoritmo más usado es AES (Advanced Encryption Standard) debido a sus características de seguridad y por su velocidad para la encripción de los datos.
Existen herramientas gratuitas y comerciales, como Truecrypt y PGP. Microsoft incluye Bitlocker Drive Encryption en sus sistemas Windows, desde la versión Vista en las ediciones Enterprise o Ultimate.
El cifrado puede realizarse a nivel de archivo, carpeta o del disco duro completo. Con el cifrado, la única alternativa que tiene la persona en poder del dispositivo es formatearlo para poder usarlo.
Tenga presente que el cifrado protege la confidencialidad de los datos, no contra virus, spyware u otras amenazas de Internet. Aún cuando estén cifrados, proteja los datos usando las herramientas disponibles para cada una de estas amenazas. La mayor protección sin duda es la de estar informado sobre ellas y saber cómo actuar en caso de.