A partir de hoy Windows 10 estará disponible para los usuarios que han aceptado actualizar desde Windows 7 y 8.1. La actualización es gratuita y ocupa 3GB de descarga. Para actualizar sin costo el usuario tiene un año para hacerlo. Se excluye para esta actualización a dispositivos con Windows 7 Enterprise, Windows 8/8.1 Enterprise, y Windows RT/RT 8.1.
Windows 10 incluye nuevas funcionalidades, entre ellas el regreso del conocido y reclamado botón Inicio. Incluye también el asistente virtual Cortana y Edge, el navegador que sustituirá a Internet Explorer.
En cuestiones de seguridad, Windows 10 incorpora:
- Autenticación multifactor. Usa Windows Hello para la autenticación del usuario con reconocimiento facial o huella digital. Las credenciales son protegidas con cifrado asimétrico. También se cuenta con Passport para la autenticación de usuarios a la red, software y sitios web usando un PIN o biometría.
- Parches continuos, ya no hay que esperar al martes de parches. Las actualizaciones y controladores son instalados automáticamente, ya no se tiene que elegir qué actualización instalar o no porque se supone que será raro que una actualización o controlador pueda ocasionar problemas. Cuando sea el caso, el controlador o actualización problemático debe ser desinstalado por el usuario y prevenir su reinstalación hasta que uno nuevo esté disponible, a través de un paquete de solución de problemas para ocultar y mostrar actualizaciones.
- Analizador de amenazas. Tecnología israelí para el análisis avanzado de amenazas (ATA). Detecta actividad sospechosa del dispositivo y del usuario en la red corporativa.
- Antimalware. Interfaz de escaneo antimalware (AMSI) para integrar los productos y servicios de terceros con cualquier producto antimalware en el dispositivo.
- Configurar políticas para el cifrado automático de datos sensibles y bloqueo de aplicaciones para el acceso a datos cifrados.
- Bloquear la ejecución de software que no esté firmado digitalmente por un fabricante confiable o Microsoft, poniendo énfasis en bloquear exploits día-cero. Esto lo hace mediante Device Guard que se ejecuta dentro de un hypervisor separado del sistema operativo.
Una función controvertida es Wi-Fi Sense, que está activada de forma predeterminada para compartir la contraseña del Wi-Fi con los contactos de Outlook, Skype y Facebook durante su visita y puedan conectarse automáticamente a la red Wi-Fi. Los expertos de seguridad dicen que dicha funcionalidad puede comprometer a la red a la que se conecta el dispositivo. Si no se está a gusto con Wi-Fi Sense entonces hay que deshabilitarlo. Para ello hay que desactivar todas las opciones en “Manage Wi-Fi Settings”, situada en Wi-Fi, de Network & Internet, en Ajustes.
Poco a poco irá llegando el aviso de actualización a Windows 10 desde Windows Update a los computadores que han aceptado actualizar al nuevo sistema operativo de Microsoft. Es conveniente considerar que las aplicaciones que se utilizan en el dispositivo sean compatibles con Windows 10 para evitar que sean removidas antes de la actualización. Esto puede hacerse haciendo click en el ícono de Obtener Windows 10, ahí hay una opción para comprobar el equipo y ver el reporte de verificación. Es recomendable hacer una lista de las aplicaciones no compatibles antes de su eliminación para su implementación posterior una vez que sean compatibles con Windows 10. Una alternativa a la espera es usar Media Creation Tool para generar imágenes ISO de las diferentes versiones de Windows 10.
Durante la actualización Windows 10 verificará si la aplicación antimalware instalada es compatible y cuenta con una licencia vigente. De ser ambos casos, la aplicación antimalware será preservada. Si es incompatible, Windows la desinstalará dejando intacta la configuración de la aplicación y si al finalizar la actualización se cuenta con una versión compatible Windows avisará para que el usuario la instale. Si la aplicación antimalware tiene una licencia expirada entonces Windows la desinstalará y habilitará Windows Defender.
Como sucede con todo cambio por implementar, los administradores de sistemas deben planear cuidadosamente la migración a Windows 10, considerando el análisis de impacto en la disponibilidad, las pruebas de compatibilidad de Windows 10 con las aplicaciones que utilizan y en su caso de la disponibilidad de los parches, que permita una migración controlada y reducir los riesgos a la organización.